El poder de los acordes básicos

La fórmula I‑IV-V7 —esta progresión armónica tan conocida alrededor del acorde de I en estado fundamental— es probablemente la aplicación favorita de la teoría musical para los profesores de piano. El concepto de los acordes básicos es esencial en el Nivel 4 y en las series ChordTime Piano correspondientes.

La fórmula I‑IV-V7 nos gusta por varias buenas razones:

  • Los acordes se pueden tocar con facilidad incluso con manos pequeñas.
  • La armonía de diversos estilos de acompañamiento se puede reducir a un denominador común.
  • La fórmula se puede aplicar de manera creativa en arreglos y composiciones.

Construyendo el acorde de V7

En los niveles anteriores de Piano Adventures® usamos un acorde de V7 de dos notas, que se ajusta cómodamente dentro de la posición de la mano. Esto permite alternar los acordes de I y V7 con facilidad y rapidez.

En los primeros niveles, el uso de tres notas para el acorde de V7 podría entorpecer el ritmo por la dificultad del cambio de posición con el dedo 5, un semitono hacia abajo. El acorde de V7 de 2 notas permite tocar con más musicalidad, manteniendo la fluidez rítmica.

Para el Nivel 4 las manos han crecido y los estudiantes están preparados para el acorde de V7 de 3 notas y el concepto de la nota sensible. Al enseñar la escala mayor, ayúdele al estudiante a escuchar y sentir cómo la sensible sube un semitono hacia la tónica. Luego muéstrele que la sensible del acorde de V7 también sube, o resuelve, un semitono hacia la tónica (ver el ejemplo anterior). Al construir gradualmente el acorde de V7 a través de los niveles, logramos evitar un posible obstáculo técnico y expandir la percepción auditiva de la dominante con séptima.

El acompañamiento en acordes

Debemos enseñarles a nuestros estudiantes cómo ir más allá de la simple lectura de notas y entender la función que cumple cada acorde al acompañar una melodía. Por eso, inmediatamente después de presentar el acorde de V7 de 3 notas, la canción Cucú, cucú ofrece una bella melodía para acompañar suavemente con acordes de I y V7. ¡Qué útil es descubrir que en toda la pieza se usan solamente 2 acordes!

(Libro de lecciones y teoría, página 30)

Los símbolos de los acordes de I, IV y V7

Recomendamos comenzar a usar símbolos de acordes tan pronto estén aprendidos los acordes básicos.  En cada tonalidad usamos ejercicios cortos llamados “Lectura de símbolos de acordes”. Los estudiantes pueden interpretar los símbolos de varias maneras: como acordes, como un “patrón de vals” para la M.I., o como acordes “quebrados”. Invítelos a crear sus propios patrones rítmicos sobre cada acorde en 34 o 4/4.

El tiempo que pasamos “jugando” con progresiones armónicas es tiempo bien empleado. Nuestras “aventureras” secciones de teoría ofrecen piezas para armonizar con acordes de I, IV y V7. Simplemente anotando los símbolos se puede tocar un acompañamiento con la M.I., ¡sin necesidad de escribir notas!

Lectora de símbolos de acordes

  • Toca estos acordes en FA mayor, primero con la M.I. y luego con la M.D.
    I     I     IV     IV   I   V7    I

Un retorno al IV

El tren de carga, con su sonido reminiscente del jazz antiguo, refuerza la sensación del intervalo de 6.ª y sugiere el patrón armónico I‑IV-I-IV. Quizás sea buena idea, después de aprender a tocar el acorde de IV, volver a esta pieza añadiendo las notas que faltan en el patrón de la M.I. Para facilitar un poco este ejercicio, se puede repetir cada acorde antes de cambiar de armonía, como en los ejemplos a continuación:

(Libro de lecciones y teoría, página 19)

Acompañamientos que bailan

Todos hemos oído cómo los pulgares de nuestros estudiantes golpean las teclas de manera desproporcionada al tocar patrones de acompañamiento. Por supuesto que es necesario practicar los acompañamientos en la M.I., pero debemos hacerlo con la técnica correcta. Nuestros Libros de técnica e interpretación enfrentan esta problema de manera brillante. Por ejemplo, el tercer “secreto técnico” del Nivel 4 recomienda específicamente un pulgar liviano para corregir el “pulgar retumbante” o, mejor todavía, ¡prevenir su aparición!

  • El dedo pulgar debe tocar con el lado de la uña y luego pasar por debajo del dedo que toca.


(Libro de técnica e interpretación, página 5)

 

 

 

 

 

 

 

  • Observe que el siguiente ejemplo para la M.I. incluye melodía y armonía. El movimiento “cae-sube-sube” requiere un pulgar liviano en los tiempos “débiles” (2 y 3).

    (Libro de técnica e interpretación, página 23)

El Nivel 4 está diseñado con el objetivo de lograr belleza y eficiencia tocando varias notas con un solo gesto. Los toques “abajo y arriba” se aplican específicamente en los acompañamientos para la M.I. con un propósito expresivo.

El síndrome del “muñeco de nieve”

En general los estudiantes reconocen más fácilmente los acordes en el pentagrama cuando las notas están ordenadas por terceras, como si fueran las bolas que forman un muñeco de nieve. Invítelos a “desarmar” los acordes y aprender a reconocer la armonía de dos maneras muy importantes: a) cuando las notas “fluyen” horizontalmente a través de los compases, y b) cuando las notas abarcan verticalmente ambos pentagramas con sus dos claves.

El primer paso para desarrollar esta consciencia de los acordes es el simple acorde quebrado, seguido por el arpegio con cruce de manos introducido en el Nivel 4. En este gesto típicamente pianístico, las notas del acorde abarcan varios compases y también ambas claves. Esta habilidad se sigue refinando en los siguientes niveles con arpegios de una y dos octavas.

 


(Libro de lecciones y teoría, página 12)


¡Escalas y acordes!

El secreto para lograr un gran progreso en el piano se puede resumir en dos palabras: escalas y acordes. En el Nivel 4 nos volvemos conscientes de lo que necesitamos hacer para llevar nuestras habilidades a un nivel más alto y disfrutar todavía más el aprendizaje del instrumento.